
La práctica deportiva es una actividad compleja en la que se utilizan y actúan la mayoría de los sistemas del cuerpo humano (sistema nervioso central, cardiovascular, locomotor, digestivo),
El alcohol es un diurético que favorece la pérdida de líquidos, contribuyendo así a la deshidratación y a los desequilibrios electrolíticos. Cuando un deportista está deshidratado, corre un mayor riesgo de sufrir calambres y distensiones musculares
Si se va a practicar deporte, se recomienda evitar beber alcohol 48 horas antes e inmediatamente después de practicarlo,